El PSM alega contra el segundo cinturón porque ´es una autopista´ (Diari de Mallorca)

Los nacionalistas coinciden con el PP en reclamar que el proyecto pase por la Comisión de Medio Ambiente

F. GUIJARRO. PALMA Las discrepancias que la prolongación del segundo cinturón de Palma que promueve el Consell de Mallorca está generando entre los socios del Pacto a cuatro meses de los próximos comicios autonómicos se pusieron ayer en evidencia, con la presentación de alegaciones contra el proyecto por parte del PSM-IV, siguiendo los pasos dados por el PP la semana pasada.
El secretario general de la formación nacionalista en Palma, Antoni Verger, justificó está decisión alegando que el diseño que finalmente se ha presentado convierte a este eje en "una autopista", en contra de lo pactado en 2008, que era desdoblar el vial ya existente y prolongarlo manteniendo la categoría de carretera convencional con velocidad máxima de 80 kilómetros hora, como lo reflejaron las declaraciones que en ese momento hicieron los presidentes del Govern y del Consell, Francesc Antich y Francina Armengol respectivamente.
Dos son las alegaciones básicas del PSM-IV. La primera es que el proyecto para desdoblar el tramo ya existente (entre las autopistas del aeropuerto y la de Inca) ha cambiado lo suficiente como para tener que pasar de nuevo por la Comisión de Medio Ambiente y disponer de un nuevo informe de impacto ambiental, un argumento que también el PP defiende.
Y en segundo lugar, se reclama un recorte de las dimensiones de la futura vía, para evitar que se convierta en una autopista. El trazado que se quiere dar a este eje es respaldado por los nacionalistas.
Por su parte, la asociación de defensa del patrimonio Arca ha anunciado que realizará un estudio para determinar los efectos que el segundo cinturón puede tener sobre las acequias de la Font des Mestre Pere, de la Font de la Vila y la den Baster, sobre los caminos históricos de la Real y de Passatemps, y sobre el conjunto del patrimonio rural, según señaló su portavoz, Angels Fermoselle. En cualquier caso, Arca no oculta su rechazo al proyecto por su excesivo impacto paisajístico y medioambiental que tendrá.